¿Por
qué ascendemos siempre?
Esta corta reflexión
está dirigida más hacia los no espiritas, de cualquier tendencia religiosa, y especialmente
a los que se auto titulan ateos, es decir:
Aquellas que, sin creer en la existencia de Dios, no
tienen evidencia ni convicción para su refutación.
El término ateísmo, incluye a aquellas personas que
manifiestan la ausencia de creencia en cualquier deidad. Lo cual no implica necesariamente no pertenecer a
ninguna religión, ya que existen religiones, como el budismo, que niegan la
existencia de Dios o no
mencionan la existencia de dios alguno y que, por consiguiente, son ateas o más
correctamente no teístas.
En efecto: Buda es un nombre honorífico de
contenido religioso que se aplica a quien ha logrado un completo despertar
espiritual. La religión budista relata
que Gautama Buda no ha sido el único buda, es el 28 de una larga lista, y el próximo Buda aparecerá dentro de miles de
años y será llamado Maitreya.
El agnóstico considera inaccesible al entendimiento humano,
todo conocimiento de lo divino, y de lo que trasciende la experiencia. Implícitamente
están aceptando que hay algo por encima de las capacidades humanas. ¿Qué otra
cosa puede ser que no sea Dios?
La
persona que dice ser ateo, lo dice generalmente por desconocimiento, pues sencillamente repite un criterio oído o
leído en alguna parte, porque quizá cree que con eso, ingresa al grupo de seres
librepensadores, que no se creen en el deber de dar cuenta a nadie de sus actos,
y que, sin embargo aceptan las leyes ,
por ende, automáticamente entran en el rango o categoría de autarquistas, es
decir: (gobierno de uno
mismo), un concepto de filosofía moral, todo esto claro está, quizá sin ellos
saberlo hasta hoy . Estos son hermanos paralelos de los anarquistas que rechazan toda autoridad civil,
es decir, entran en el campo político.
Cuantas veces en
una tertulia donde se habla sobre diferentes temas, entre ellos sobre temas
religiosos, hemos oído a personas,
conocidas o no, que mirando por sobre el hombro y con tono doctoral dice: “Yo
no creo en esas cosas, yo soy ateo”... este señor, generalmente es quizá un
buen padre de familia, a lo mejor un buen profesional y se considera por sobre
todo un buen ciudadano, un ejemplar ciudadano cumplidor de las leyes.
Pues bien este señor es simple y sencillamente en el estricto
y buen sentido de la palabra, un buen
ignorante. Ignora de filosofía e ignora de historia. Esta dentro del
numerosísimo grupo de los que ignoran que ignoran.
Porque, llamarse ateo, y ser un eficiente profesional, y un
correcto ciudadano cumplidor de las leyes y normas que rigen nuestra
convivencia, es un gran contrasentido y por ende ese individuo no sabe lo que está
diciendo.
En efecto, ¿De dónde provienen las leyes contenidas en
todas las constituciones y códigos legales que existen?.
Es aceptado que las leyes de todos los países provienen
del Derecho Romano; pues bien, analicemos esto.
Es
en Mesopotamia, durante el tercer milenio antes de Cristo, donde aparecen por
primera vez recopilaciones de normas, de forma sistematizada, orientadas a
organizar la vida social.
El
Código de Urukagina , 2350 ac. y el Código de Ur-Nammu
2050 ac., son los primeros códigos
jurídicos escritos, que se conocen, y que ya establecían jueces especializados,
el testimonio bajo juramento, y la facultad de los jueces de ordenar al
culpable la indemnización de perjuicios.
El código de Lipit-Isthar es un código legal, de
2046 a. C. En el prólogo, el rey dice cumplir la
voluntad de los dioses al redactar el código. En el epílogo el rey dice
haber sabido cumplir con el encargo divino de
aplicar la justicia y el bienestar en todo el país.
Estos
códigos, fueron los precedentes del Código de Hammurabi ( 1700 ac),
la compilación jurídica más conocida de la Antigüedad,
compuesta por 282 artículos que, además de normas referentes a los tribunales,
contenía disposiciones sobre la familia y el comercio.
El código «está inspirado por un alto sentimiento de
moralidad y orden. No hay privilegios de clase».
«Las reglas de los contratos son todavía las
establecidas por los sumerios. Se fija la
responsabilidad mutua del amo y el obrero. Este tiene que recibir un salario
mínimo y gozar de tres días de vacaciones cada mes». ¡1700 años a C!
El Código es una simple recopilación de leyes Sumerias,
hecha por un rey, Hammura
A
partir del momento que las distintas culturas irrumpen en la Historia accediendo
a la escritura, y dejan testimonio de sus costumbres y creencias, podemos escudriñar
en sus textos los primeros esbozos de aquello que, al paso del tiempo y a
fuerza de evolucionar y perfeccionarse, finalmente acabaremos denominando: derechos humanos.
En Roma del gran
imperio. Su mayor mérito consistió en reunir los logros de las civilizaciones
que la habían precedido: Las de Mesopotamia o el gran Miyanrudan cuna de las culturas de Hassuna-Samarra en el 5300
a C, y la cultura Halaf en el 5000,a C, asi también la griega,
egipcia, fenicio-cartaginesa, etc. en el que el Código
Hammurabi jugó un papel preponderante. A
partir de estas bases codifico y desarrollo uno de los más amplios y completos
cuerpos de leyes, expandiéndolos por toda la cuenca mediterránea y Europa, es
decir por todo el inmenso territorio en
que se expandió su imperio. Este vigoroso cuerpo de leyes se conoce con el
nombre del Derecho Romano.
El Derecho Romano representó
un avance capital en la concepción de la justicia y sirvió como modelo referente
para el desarrollo del derecho civil en todos los países occidentales,
especialmente en la Europa Continental y finalmente en América.
Así pues, El Derecho Privado actual, por poner un ejemplo,
tiene como antecedente el Derecho Romano.
Hemos hecho esta
digresión histórica para llegar al punto planteado inicialmente pero con un
bagaje que no dé lugar a la menor duda en las conclusiones.
Las leyes contenidas en el llamado Código Hammurabi, al igual que sucede con casi todos los códigos en
la Antigüedad, son consideradas de origen divino, como representa la imagen tallada en lo alto de la
estela, donde el dios Shamash, el dios de la Justicia, entrega las leyes al rey
Hammurabi.
“Hammurabi
no elaboró un cuerpo de leyes completo, pero el Código por él aprobado fue muy
importante: unificó la legislación existente y logró, a partir de sus
conquistas, que se cumplieran las mismas leyes en amplios territorios. El
Código de Hammurabi está organizado con un prólogo, un epílogo y contiene 280
artículos. Trata de temas tales como robos, saqueos, homicidios, lesiones
corporales, raptos, problemas comerciales y esclavitud.” El código de Hammurabi
le reconocía a la mujer los mismos derechos que al hombre y aceptaba el
divorcio.
¡ Todo esto 1700 AÑOS ANTES DEL NACIMIENTO
DE CRISTO!
Hemos dejado para este punto la mención de
la Ley Mosaica, pero antes queremos hacer notar que la fecha de la
elaboración del Código Hammurabi es prácticamente coincidente con la fecha de
la entrega por Dios de Las Tablas de la Ley, los Diez Mandamientos, o las Leyes
de Dios entregadas a Moisés.
Los dos Códigos se puede decir que son
coincidentes en muchos puntos, además que difieren muy poco en la letra.
En última instancia, de los diez mandamientos, además de todos los códigos
de leyes mencionados se Formo el famoso Derecho
Romano en que se basan nuestras Leyes, por ende, este buen ciudadano que se dice ateo, al cumplir
disciplinadamente con las leyes
establecidas para una convivencia armónica con sus conciudadanos, está
aceptando todas las disposiciones del Derecho Romano y por extensión todos los códigos de leyes que le dieron
origen y que son consideradas de origen divino, es decir que quizá sin él saberlo (lo que no le
exime de responsabilidad) , cree y respeta leyes de origen divino. ¿Dónde queda
su ateísmo?. Teníamos razón al decir que la mayoría de los “ateos”, no saben de
qué hablan, y en esencia no lo son.
Para ser realmente consecuente con este concepto, tendría que romper con todo
su respeto a las leyes y convertirse en un anarquista total, lo que lo
convertiría en un delincuente, al que debería aislársele de la convivencia
humana, pero como el hombre es un ser social, eso es imposible. Incluso si
fuera recluido en una celda totalmente aislada del contacto humano (lo que
terminaría por desquiciarlo), tendría que aceptar de buen o mal grado, las
disposiciones carcelarias, que se basan precisamente en el código penal
imperante…
O si se convirtiera en un anacoreta total y creyera
romper con su condición de existir como
un Ser Social, se anularía sencillamente
su Condición Humana, pues la conformación social de los hombres, acaba influyendo en
su propia evolución como especie, lo social es parte de la naturaleza humana…
Ahora quiero referirme
al motivo por el cual el ser humano, quiéralo o no, siempre, segundo a segundo,
día tras día, año tras año hasta el momento de su muerte, siempre se eleva,
tanto en su aspecto intelectual como en su aspecto moral.
En efecto, Dios en su
magnificencia y bondad nos creo como Espíritus sencillos y buenos, y nos
entrego el libre albedrío que es la llave por la cual ascendemos o nos
detenemos en nuestro ascenso moral e intelectual.
Sabemos que el ascenso
de los dos factores no es parejo, siempre uno de los dos va a estar por
delante, por eso es que encontramos
tantos “sabios” muy inmorales, o a la inversa, gente muy noble y muy buena, a
veces increíblemente ignorantes.
Pero además, este buen
ciudadano “ateo”, que vive contento consigo mismo y con su núcleo familiar, familiares
lejanos y amistades, es decir con la sociedad, está convencido de que es un
ente sin tacha.
Pues bien, este
ciudadano sin saberlo está aceptando de
buen grado y con orgullo los Diez Mandamientos:
“Y le preguntó uno
de ellos, doctor, tentándole: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la
ley? Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primer mandamiento. El
segundo, semejante a este, es: Amarás al prójimo como a ti mismo. De estos dos
preceptos penden toda la Ley y los Profetas” (Mt. 22, 35-40).
Y tú, ciudadano
ejemplar, cuando te comportas amorosamente con tus padres y les rodeas o al
menos tratas de rodearles de comodidades y calor en sus días finales, que eres
amoroso con tu mujer y tus hijos, que te desvelan sus necesidades no
satisfechas, que te enervan las injusticias que a diario ves que se cometen,
que te frenas involuntariamente cuando vas a hacer algo erróneo, que te
remuerde la conciencia el faltar a tu esposa en las múltiples ocasiones que la
calle te brinda, que te refrenas al tener ocasión de apropiarte de lo que no te
pertenece, que cuidas tu buen nombre,
que en definitiva no haces o al menos tratas de no hacer a los demás lo que no
quisieras que a ti te hicieran.
Cuando haces esto,
¿te has preguntado porque lo haces?,
¿porque evitas en lo posible hacer lo malo?. Es tu conciencia, la buena
educación y buenas costumbres que te impelen a hacer lo correcto, es tu conciencia, que no es otra cosa que el Libre Albedrío que te entrego Dios cuando creo tu Espíritu para que pudieras discernir
lo correcto de lo incorrecto, y te
permite la libertad total de escoger uno u otro camino.
Si Dios no existiera, y
no existiera el mundo de los Espíritus y estos, creados para ascender
paulatinamente mediante sucesivas
encarnaciones, hasta alcanzar el grado
máximo de perfección, para estar a Su lado. Si no fuera asi, entonces, todos
tus esfuerzos y el de tus padres al
darte una educación esmerada, y tus sacrificios para ascender en el
conocimiento, ascender moralmente y ser respetado, todo seria en vano, y la vida se convertiría en un
sainete, el tiempo que dure, y todo sacrificio cuando murieras se esfumaría como
tu vida, igual que las gallinas que
cuando cumplen el ciclo de vida
desaparecen sin dejar rastro.
Tu inteligencia podrá
discernir qué destino sería el más justo:
· El
Materialismo, doctrina que establece que al morir, el hombre desaparece,
y su destino es la nada.
· El
Panteísmo, que plantea que cuando muere un ser humano, se reintegra en
el todo universal (Dios), y desaparece
en él, como una gota de lluvia que desaparece
en el océano.
· Las
doctrinas Dogmáticas que aceptando una individualidad como Espíritus
sin embargo, mantienen la idea de que en una sola vida se resuelve todo y tus
actos te absuelven o te condenan. Un breve análisis nos explica lo injusto de
esta idea, pues no explica el nacimiento de idiotas y de genios, o la “suerte”
de nacer en cuna de oro o en la miseria. No sería justo un Dios que creara esas
desigualdades y luego te condenara y condenara a tus torturadores por toda la
eternidad a lugares de inenarrables suplicios.
· Finalmente
El Espiritismo. Que en resumen plantea la Individualidad del Espíritu, destinado
a un progreso indefinido.
De las cuatro, creemos
en la supremacía total del Espiritismo, que promulga que el principio
inteligente es independiente de la materia, y que el Alma individual preexiste
y sobrevive al cuerpo.
Creemos
en Dios, que es: eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, y
soberanamente justo y bueno.
“Vemos en Dios
la causa primera, en la Ciencia su
eterna manifestación, y en la razón humana la síntesis del progreso universal”.
Creemos
en la existencia del alma o Espíritu creado por Dios.
Creemos
que cada Espíritu es un ente inmaterial, inmortal e inteligente independiente
en sus acciones gracias al Libre Albedrío que Dios le concede, y
estrictamente responsable de cada uno de ellas ante Dios su creador, y que cada
obra buena que realiza es premiada elevándose en la escala moral, y cuyos
errores no son castigados por una eternidad, pues Dios al crear cada Espíritu bajo la Ley del Progreso Infinito, mediante el arrepentimiento
sincero de sus faltas, este Espíritu será siempre acogido con bondad por su creador,
y finalmente conducido a través de sucesivas
encarnaciones para transformarlo en un Espíritu Perfecto, para el cumplimiento
de la obra del Creador.
También creemos que el “Espiritismo está llamado a regenerar
al género humano, y que la verdadera vida no está sobre la Tierra como
ecarnado, sino en el reino de los cielos como Espíritu”.
Creemos que en su vuelta al mundo de los Espíritus el alma encuentra en él, a su debido tiempo, a todos los que conoció
en la tierra, y todas sus existencias anteriores se presentan a su memoria con el recuerdo de
todo el bien y de todo el mal que ha hecho.
El arrepentimiento sincero le hace
acreedor a que Dios misericordioso, le
permita reparar sus faltas y progresar moralmente mediante el arrepentimiento,
la expiación, y la reparación. La necesidad de la
reparación es un principio de rigurosa justicia, que puede considerarse como la
verdadera ley de rehabilitación moral de los espíritus, la cual consiste en hacer el bien a aquel a quien se hizo
daño, ya sea en esta existencia o en las
subsiguientes.
Amalia Soler señala: “!Cuánto más consolador
es lo que dice Kardec!, Que los Espíritus viven con nosotros tomando parte en
nuestras alegrías y en nuestras tristezas; nos animan, nos inspiran, y nuestras
simpatías y nuestros amores se perpetúan por una eternidad; y así ningún
trabajo queda incompleto, pues lo que hoy se interrumpe por la crisis de la
muerte, mañana se continua en otras existencias.”
Finalmente, creemos que: “El Espiritismo es la nueva ciencia que
viene a revelar a los hombres, con pruebas irrecusables, la existencia y la
naturaleza del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal”.
Pues bien
querido amigo:
JESÚS el espíritu mas puro que Dios ha enviado
a la Tierra dijo en Jn 14:1-31 “No se turbe vuestro corazón. Ejerzan fe en
Dios, ejerzan fe también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas…voy a
preparar un lugar para ustedes…y donde yo voy ustedes saben el camino. Yo
soy el camino y la verdad y la vida: Nadie viene al Padre, sino por mí
…Las cosas que les digo a ustedes no las hablo por mí mismo, sino que el
Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus
obras. Muy verdaderamente les digo: El que ejerce fe en mi, ese también hará
las obras que yo hago…Si ustedes piden algo en mi nombre, lo hare…Si ustedes
me aman, observaran mis mandamientos, y
yo pediré al Padre, y EL LES DARÁ OTRO CONSOLADOR que este con ustedes para
siempre, AL ESPÍRITU DE VERDAD, que el
mundo no puede recibir, porque NO LO
VE ni lo conoce: mas vosotros lo
conocéis porque esta con vosotros…No los dejare desconsolados…Mientras
permanecía con ustedes les he hablado estas cosas. Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, al cual el Padre enviara en mi nombre, EL OS ENSEÑARA TODAS LAS
COSAS, Y OS RECORDARA TODAS LAS COSAS QUE OS HE DICHO”.
Y ese
Consolador, ese Espíritu de Verdad querido amigo es el Espiritismo.
Tú como Espíritu,
en tus diversas encarnaciones sucesivas, te irás elevando paulatinamente moral
y científicamente y algún día, más tarde o más temprano según tus esfuerzos,
alcanzarás también el nivel de los Espíritus puros que son los ministros de
Dios.