Alma en el concepto del Espiritismo
“Un espíritu
encarnado” (pregunta 134).
Algunos filósofos dicen que el alma es una chispa anímica emanada del gran
Todo, parte que vuelve a la masa, después de la muerte.
Kardec señala que en esta
definición no existe contradicción, que estas palabras expresan el origen universal del principio
vital del que absorbe una parte cada ser, pues, independiente de la materia y
que conserva su individualidad, hito éste que es el diferenciador de la
doctrina espírita con otras espiritualistas.
De
manera general cuando nos referimos al “alma” tendemos a buscar una similitud con
el “espíritu” y es así, que muchas veces comentamos de los espíritus y
conceptualmente estamos refiriéndonos al alma.
Vulgarmente
afirmamos o contradecimos sobre las apariciones de un alma y estamos
relacionando con la aparición de espíritus.
Los
espíritus nos contestan de manera elocuente cuando cuando se les preguntó sobre
alma y espíritu, y señalan:
Respuesta: «Sí, puesto que las almas no son más que
espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los seres inteligentes
que pueblan el mundo invisible, y que toman temporalmente una envoltura carnal
para purificarse e ilustrarse».
La doctrina espírita
sobre la acepción de “alma” señala:
“La palabra alma se emplea para expresar cosas muy
diferentes. Llaman así unos al principio de la vida, y es exacto decir en esta
acepción y figuradamente, que el alma es una chispa anímica emanada del gran
Todo. Estas últimas palabras expresan el origen universal del principio vital
del que absorbe una parte cada ser, parte que vuelve a la masa, después de la
muerte. Esta idea no excluye en manera alguna la de un ser moral distinto,
independiente de la materia y que conserva su individualidad. Este es el ser
que se llama igualmente alma; y en esta acepción puede decirse, que el alma es
un espíritu encarnado. Al dar diferentes definiciones del alma, los espíritus
han hablado con arreglo a la aplicación que hacían de la palabra y a las ideas
terrestres de que estaban aún más o menos dominados. Depende esto de la
insuficiencia del lenguaje humano, que no tiene una palabra para cada idea, y
de aquí el origen de una multitud de equivocaciones y discusiones. Véase por
qué los espíritus superiores nos dicen que ante todo nos entendamos acerca de
las palabras.”
También
se preguntó a los Espíritus: ¿Por qué todos los espíritus no definen el alma
de un mismo modo?
Ellos
responden:
«Todos los espíritus no
están igualmente instruidos sobre estas materias, y los hay limitados aún que
no comprenden las cosas abstractas, como sucede entre vosotros con los niños.
También hay espíritus de falsa instrucción (falsos sabios) que, para imponerse,
hacen alarde de palabrería, lo mismo que entre vosotros ciertos hombres.
Además, los mismos espíritus adelantados pueden expresarse en términos
diferentes, que en el fondo tienen el mismo valor, sobre todo, tratándose de cosas
para cuya clara expresión no basta vuestro lenguaje, pues entonces es preciso
recurrir a las figuras y comparaciones que vosotros tomáis por la misma
realidad».
Finamente, lo que importa,
luego de estas cortas anotaciones es que una vez entendida la similitud entre
alma y espíritu se presenta la inquietud de que la existencia de los espíritus
se nos arraiga un poco más en nuestro pensamiento, pues, que hombre no tiene
alma?
LOS ESPÍRITUS SI EXISTEN.
Manuel Torres
Espírita ecuatoriano
Espírita ecuatoriano
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