jueves, 8 de agosto de 2013

ASCENDEMOS SIEMPRE


¿Por qué ascendemos siempre?



Esta corta reflexión está dirigida más hacia los no espiritas, de cualquier tendencia religiosa, y especialmente a los que se auto titulan ateos, es decir:
Aquellas que, sin creer en la existencia de Dios, no tienen evidencia ni convicción para su refutación.
El término ateísmo, incluye a aquellas personas que manifiestan la ausencia de creencia en cualquier deidad. Lo cual  no implica necesariamente no pertenecer a ninguna religión, ya que existen religiones, como el budismo, que niegan la existencia de Dios  o   no mencionan la existencia de dios alguno y que, por consiguiente, son ateas o más correctamente no teístas.
En efecto: Buda es un nombre honorífico de contenido religioso que se aplica a quien ha logrado un completo despertar espiritual.  La religión budista relata que Gautama Buda no ha sido el único buda, es el 28 de una larga lista, y  el próximo Buda aparecerá dentro de miles de años y será llamado Maitreya.
El agnóstico considera inaccesible al entendimiento humano, todo conocimiento de lo divino, y de lo que trasciende la experiencia. Implícitamente están aceptando que hay algo por encima de las capacidades humanas. ¿Qué otra cosa puede ser que no sea Dios?
La persona que dice ser ateo, lo dice generalmente  por desconocimiento,  pues sencillamente repite un criterio oído o leído en alguna parte, porque quizá cree que con eso, ingresa al grupo de seres librepensadores, que no se creen en el deber de dar cuenta a nadie de sus actos, y que,  sin embargo aceptan las leyes , por ende, automáticamente entran en el rango o categoría de autarquistas, es decir: (gobierno de uno mismo), un concepto de filosofía moral, todo esto claro está, quizá sin ellos saberlo hasta hoy . Estos son hermanos paralelos de los  anarquistas que rechazan toda autoridad civil, es decir, entran en el  campo político.
Cuantas  veces en una tertulia donde se habla sobre diferentes temas, entre ellos sobre temas religiosos,  hemos oído a personas, conocidas o no, que mirando por sobre el hombro y con tono doctoral dice: “Yo no creo en esas cosas, yo soy ateo”... este señor, generalmente es quizá un buen padre de familia, a lo mejor un buen profesional y se considera por sobre todo un  buen ciudadano,  un ejemplar ciudadano cumplidor de las leyes.
Pues bien este señor es simple y sencillamente en el estricto y buen  sentido de la palabra, un buen ignorante. Ignora de filosofía e ignora de historia. Esta dentro del numerosísimo grupo de los que ignoran que ignoran.
Porque, llamarse ateo, y ser un eficiente profesional, y un correcto ciudadano cumplidor de las leyes y normas que rigen nuestra convivencia, es un gran contrasentido y por ende ese individuo no sabe lo que está diciendo.
En efecto, ¿De dónde provienen las leyes contenidas en todas las constituciones y códigos legales que existen?.
Es aceptado que las leyes de todos los países provienen del Derecho Romano; pues bien, analicemos esto.
Es en Mesopotamia, durante el tercer milenio antes de Cristo, donde aparecen por primera vez recopilaciones de normas, de forma sistematizada, orientadas a organizar la vida social.
El Código de Urukagina , 2350 ac. y el Código de Ur-Nammu  2050 ac., son los primeros códigos jurídicos escritos, que se conocen, y que ya establecían jueces especializados, el testimonio bajo juramento, y la facultad de los jueces de ordenar al culpable la indemnización de perjuicios.
El código de Lipit-Isthar es un código legal, de 2046 a. C. En el prólogo, el rey dice cumplir la voluntad de los dioses al redactar el código. En el epílogo el rey dice haber sabido cumplir con el encargo divino de aplicar la justicia y el bienestar en todo el país.
Estos códigos, fueron los precedentes del Código de Hammurabi ( 1700 ac), la compilación  jurídica más conocida de la Antigüedad, compuesta por 282 artículos que, además de normas referentes a los tribunales, contenía disposiciones sobre la familia y el comercio.
El código «está inspirado por un alto sentimiento de moralidad y orden. No hay privilegios de clase».
«Las reglas de los contratos son todavía las establecidas por los sumerios. Se fija la responsabilidad mutua del amo y el obrero. Este tiene que recibir un salario mínimo y gozar de tres días de vacaciones cada mes». ¡1700 años a C!
El Código es una simple recopilación de leyes Sumerias, hecha por un rey, Hammura
A partir del momento que las distintas culturas irrumpen en la Historia accediendo a la escritura, y dejan testimonio de sus costumbres y creencias, podemos escudriñar en sus textos los primeros esbozos de aquello que, al paso del tiempo y a fuerza de evolucionar y perfeccionarse, finalmente acabaremos denominando: derechos humanos.
En Roma del gran imperio. Su mayor mérito consistió en reunir los logros de las civilizaciones que la habían precedido: Las de Mesopotamia o el gran Miyanrudan cuna de las culturas de Hassuna-Samarra en el 5300 a C, y la cultura Halaf en el 5000,a C, asi también la griega, egipcia, fenicio-cartaginesa, etc. en el que el Código Hammurabi jugó un papel preponderante.  A partir de estas bases codifico y desarrollo uno de los más amplios y completos cuerpos de leyes, expandiéndolos por toda la cuenca mediterránea y Europa, es decir  por todo el inmenso territorio en que se expandió su imperio. Este vigoroso cuerpo de leyes se conoce con el nombre del Derecho Romano.

El Derecho Romano representó un avance capital en la concepción de la justicia y sirvió como modelo  referente para el desarrollo del derecho civil en todos los países occidentales, especialmente en la Europa Continental y finalmente en América.
Así pues, El Derecho Privado actual, por poner un ejemplo, tiene como antecedente el Derecho Romano.
Hemos hecho esta digresión histórica para llegar al punto planteado inicialmente pero con un bagaje que no dé lugar a la menor duda en las conclusiones.
Las leyes contenidas en el llamado Código Hammurabi,  al igual que sucede con casi todos los códigos en la Antigüedad, son consideradas de origen divino, como representa la imagen tallada en lo alto de la estela, donde el dios Shamash, el dios de la Justicia, entrega las leyes al rey Hammurabi.
De hecho, la administración de justicia recaía en los sacerdotes.

Hammurabi no elaboró un cuerpo de leyes completo, pero el Código por él aprobado fue muy importante: unificó la legislación existente y logró, a partir de sus conquistas, que se cumplieran las mismas leyes en amplios territorios. El Código de Hammurabi está organizado con un prólogo, un epílogo y contiene 280 artículos. Trata de temas tales como robos, saqueos, homicidios, lesiones corporales, raptos, problemas comerciales y esclavitud.” El código de Hammurabi le reconocía a la mujer los mismos derechos que al hombre y aceptaba el divorcio.

¡ Todo esto 1700 AÑOS ANTES DEL NACIMIENTO DE CRISTO!
Hemos dejado para este punto la mención de la Ley Mosaica, pero antes queremos hacer notar que la fecha de la elaboración del Código Hammurabi es prácticamente coincidente con la fecha de la entrega por Dios de Las Tablas de la Ley, los Diez Mandamientos, o las Leyes de Dios  entregadas a Moisés.

Los dos Códigos se puede decir que son coincidentes en muchos puntos, además que difieren muy poco en la letra.
En última instancia, de los diez mandamientos, además de todos los códigos de leyes  mencionados se Formo el famoso Derecho Romano en que se basan nuestras Leyes, por ende, este buen ciudadano que se dice ateo, al cumplir disciplinadamente  con las leyes establecidas para una convivencia armónica con sus conciudadanos, está aceptando todas las disposiciones del Derecho Romano y por extensión  todos los códigos de leyes que le dieron origen y que son consideradas de origen divino, es decir que quizá sin él saberlo (lo que no le exime de responsabilidad) , cree y respeta leyes de origen divino. ¿Dónde queda su ateísmo?. Teníamos razón al decir que la mayoría de los “ateos”, no saben de qué hablan, y en esencia no lo son.
Para ser realmente consecuente  con este concepto, tendría que romper con todo su respeto a las leyes y convertirse en un anarquista total, lo que lo convertiría en un delincuente, al que debería aislársele de la convivencia humana, pero como el hombre es un ser social, eso es imposible. Incluso si fuera recluido en una celda totalmente aislada del contacto humano (lo que terminaría por desquiciarlo), tendría que aceptar de buen o mal grado, las disposiciones carcelarias, que se basan precisamente en el código penal imperante…
O si se convirtiera en un anacoreta total y creyera romper con su condición  de existir como un  Ser Social, se anularía sencillamente  su Condición Humana, pues la conformación social de los hombres, acaba influyendo en su propia evolución como especie, lo social es parte de la naturaleza humana…
Ahora quiero referirme al motivo por el cual el ser humano, quiéralo o no, siempre, segundo a segundo, día tras día, año tras año hasta el momento de su muerte, siempre se eleva, tanto en su aspecto intelectual como en su aspecto moral.

En efecto, Dios en su magnificencia y bondad nos creo como Espíritus sencillos y buenos, y nos entrego el libre albedrío que es la llave por la cual ascendemos o nos detenemos en nuestro ascenso moral e intelectual.
Sabemos que el ascenso de los dos factores no es parejo, siempre uno de los dos va a estar por delante,  por eso es que encontramos tantos “sabios” muy inmorales, o a la inversa, gente muy noble y muy buena, a veces increíblemente ignorantes.
Pero además, este buen ciudadano “ateo”, que vive contento consigo mismo y con su núcleo familiar, familiares lejanos y amistades, es decir con la sociedad, está convencido de que es un ente sin tacha.
Pues bien, este ciudadano  sin saberlo está aceptando de buen grado y con orgullo los Diez Mandamientos:
“Y le preguntó uno de ellos, doctor, tentándole: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley? Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a este, es: Amarás al prójimo como a ti mismo. De estos dos preceptos penden toda la Ley y los Profetas(Mt. 22, 35-40).
Y tú, ciudadano ejemplar, cuando te comportas amorosamente con tus padres y les rodeas o al menos tratas de rodearles de comodidades y calor en sus días finales, que eres amoroso con tu mujer y tus hijos, que te desvelan sus necesidades no satisfechas, que te enervan las injusticias que a diario ves que se cometen, que te frenas involuntariamente cuando vas a hacer algo erróneo, que te remuerde la conciencia el faltar a tu esposa en las múltiples ocasiones que la calle te brinda, que te refrenas al tener ocasión de apropiarte de lo que no te pertenece, que  cuidas tu buen nombre, que en definitiva no haces o al menos tratas de no hacer a los demás lo que no quisieras que a ti te hicieran.
Cuando haces esto, ¿te  has preguntado porque lo haces?, ¿porque evitas en lo posible hacer lo malo?. Es tu conciencia, la buena educación y buenas costumbres que te impelen a hacer lo correcto, es  tu conciencia, que no es otra cosa que el Libre Albedrío que te entrego Dios cuando creo tu Espíritu  para que pudieras discernir lo  correcto de lo incorrecto, y te permite la libertad total de escoger uno u otro camino.
Si Dios no existiera, y no existiera el mundo de los Espíritus  y estos, creados para ascender paulatinamente  mediante sucesivas encarnaciones, hasta alcanzar  el grado máximo de perfección, para estar a Su lado. Si no fuera asi, entonces, todos tus esfuerzos y el de tus padres  al darte una educación esmerada, y tus sacrificios para ascender en el conocimiento, ascender moralmente y ser respetado, todo  seria en vano, y la vida se convertiría en un sainete, el tiempo que dure, y todo sacrificio cuando murieras se esfumaría como tu vida, igual que las gallinas  que cuando cumplen el ciclo de vida  desaparecen sin dejar rastro.
Tu inteligencia podrá discernir qué destino sería el más justo:
·      El Materialismo, doctrina que establece que al morir, el hombre desaparece, y su destino es la nada.
·      El Panteísmo, que plantea que cuando muere un ser humano, se reintegra en el todo universal (Dios),  y desaparece en él, como una gota de lluvia que desaparece  en el océano.
·      Las doctrinas Dogmáticas que aceptando una individualidad como Espíritus  sin embargo, mantienen la idea de que en una sola vida se resuelve todo y tus actos te absuelven o te condenan. Un breve análisis nos explica lo injusto de esta idea, pues no explica el nacimiento de idiotas y de genios, o la “suerte” de nacer en cuna de oro o en la miseria. No sería justo un Dios que creara esas desigualdades y luego te condenara y condenara a tus torturadores por toda la eternidad a lugares de inenarrables suplicios.
·      Finalmente El Espiritismo. Que en resumen plantea la Individualidad del Espíritu, destinado a un progreso indefinido.
 De las cuatro, creemos en la supremacía total del Espiritismo, que promulga que el principio inteligente es independiente de la materia, y que el Alma individual preexiste y sobrevive al cuerpo.
Creemos en Dios, que es: eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, y soberanamente justo y bueno.
“Vemos en Dios la causa primera, en  la Ciencia su eterna manifestación, y en la razón humana la síntesis del progreso universal”.
Creemos en la existencia del alma o Espíritu creado por Dios.
Creemos que cada Espíritu es un ente inmaterial, inmortal e inteligente independiente en sus acciones gracias al Libre Albedrío que Dios le concede, y estrictamente responsable de cada uno de ellas ante Dios su creador, y que cada obra buena que realiza es premiada elevándose en la escala moral, y cuyos errores no son castigados por una eternidad, pues Dios al crear cada Espíritu bajo la Ley del Progreso Infinito, mediante el arrepentimiento sincero de sus faltas, este Espíritu será siempre acogido con bondad por su creador, y  finalmente   conducido a través de sucesivas encarnaciones para transformarlo en un Espíritu Perfecto, para el cumplimiento de la obra del Creador.
También creemos que el “Espiritismo está llamado a regenerar al género humano, y que la verdadera vida no está sobre la Tierra como ecarnado, sino en el reino de los cielos como Espíritu”.
Creemos que en su vuelta al mundo de los Espíritus  el alma encuentra en él, a su debido tiempo, a todos los que conoció en la tierra, y todas sus existencias anteriores  se presentan a su memoria con el recuerdo de todo el bien y de todo el mal que ha hecho.
 El arrepentimiento sincero le hace acreedor  a que Dios misericordioso, le permita reparar sus faltas y progresar moralmente mediante el arrepentimiento, la expiación, y la reparación. La necesidad de la reparación es un principio de rigurosa justicia, que puede considerarse como la verdadera ley de rehabilitación moral de los espíritus, la cual consiste en hacer el bien a aquel a quien se hizo daño,  ya sea en esta existencia o en las subsiguientes.
 Amalia Soler señala: “!Cuánto más consolador es lo que dice Kardec!, Que los Espíritus viven con nosotros tomando parte en nuestras alegrías y en nuestras tristezas; nos animan, nos inspiran, y nuestras simpatías y nuestros amores se perpetúan por una eternidad; y así  ningún trabajo queda incompleto, pues lo que hoy se interrumpe por la crisis de la muerte, mañana se continua en otras existencias.”
Finalmente, creemos que: “El Espiritismo es la nueva ciencia que viene a revelar a los hombres, con pruebas irrecusables, la existencia y la naturaleza del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal”.
Pues bien querido amigo:

 JESÚS el espíritu mas puro que Dios ha enviado a la Tierra dijo en Jn 14:1-31 “No se turbe vuestro corazón. Ejerzan fe en Dios, ejerzan fe también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas…voy a preparar un lugar para ustedes…y donde yo voy ustedes saben el camino. Yo soy el camino y la verdad y la vida: Nadie viene al Padre, sino por mí …Las cosas que les digo a ustedes no las hablo por mí mismo, sino que el Padre  que  permanece en unión conmigo está haciendo sus obras. Muy verdaderamente les digo: El que ejerce fe en mi, ese también hará las obras que yo hago…Si ustedes piden algo en mi nombre, lo hare…Si ustedes me  aman, observaran mis mandamientos, y yo pediré al Padre, y EL LES DARÁ OTRO CONSOLADOR que este con ustedes para siempre, AL ESPÍRITU DE  VERDAD, que el mundo no puede recibir,  porque NO LO VE  ni lo conoce: mas vosotros lo conocéis porque esta con vosotros…No los dejare desconsolados…Mientras permanecía con ustedes les he hablado estas cosas. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviara en mi nombre, EL OS ENSEÑARA TODAS LAS COSAS, Y OS RECORDARA TODAS LAS COSAS QUE OS HE DICHO”.

Y ese Consolador, ese Espíritu de Verdad querido amigo es  el Espiritismo.
Tú como Espíritu, en tus diversas encarnaciones sucesivas, te irás elevando paulatinamente moral y científicamente y algún día, más tarde o más temprano según tus esfuerzos, alcanzarás también el nivel de los Espíritus puros que son los ministros de Dios.

Buen viaje.
ALELUYAH.


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